Tristán da Cunha se encuentra a casi 3 mil kilómetros mar adentro, pertenece al Reino Unido y la tierra firme más cercana a la remota isla, pertenece a Sudáfrica.
Si ubicamos en el mapa a este archipiélago se ubica entre el sur de África y Sudamérica, está conformado por seis islas: Tristán de Cuhna, Inaccesible, Ruiseñor, Medio, Stoltenhoff y Gough, publica el Sol de México.
Con un clima húmedo, ventoso y templado, Edimburgo de los Siete Mares es la capital de Tristán de Cunha, la única habitada; mientras que las islas Inaccesible, Ruiseñor, Medio y Stoltenhoff están despobladas y en Gough, sólo existe una estación meteorológica.
Este grupo de islas fue descubierto en el año 1506 por el almirante portugués Tristão da Cunha.
La isla conocida también como Tristán de Acuña tiene un población súper reducida. Actualmente, según un registro de actualizado en diciembre de 2024, solamente viven ahí 235 personas.
Mientras que 26 originarios viven en el extranjero. De esos 235 isleños, 124 son mujeres y 111 son hombres.
Los apellidos más comunes son Green, Zagal y Reppeto, el lugar está integrado por 10 familias fundadoras.
Tristán de Acuña tiene una forma circular y al centro posee un cono volcánico. Se formó hace miles de años por magma producido en las profundidades marinas proveniente de los movimientos entre las placas tectónicas norteamericana y sudamericana con la euroasiática y africana.
Tristán da Cunha es una isla difícil de acceder, en un reportaje de BCC, oriundos de ese punto del mundo contaron cómo se puede llegar ahí y cómo es vivir en un lugar donde prácticamente todos se conocen.
En la isla británica no existe un aeropuerto, la única forma de llegar es por medio de un barco que tienes que buscar en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, luego navegar por 18 días en condiciones climáticas difíciles, hasta lograr atracar el navío entre un oleaje fuerte.
O espear al SA Agulhas, un barco rápido que sale una vez al año desde Sudáfrica. En el pueblo sólo hay un hospital, una escuela pequeña, una cafetería, un salón de fiestas, una oficina de correos y un bar.
La tranquilidad y seguridad es algo que los isleños disfrutan, pues incluso no hay necesidad de resguardarse en sus casas bajo llave. Si algún extranjero deseara vivir en Tristán de Cunha, tendría que pasar por el Consejo de la Isla, que rechaza a la mayoría de los solicitantes que lo intentan.
Con información de El Sol de México
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