Uno de los grandes desafíos para el Sistema de Pensiones que administran las Afores es el ahorro voluntario, que si bien ha mantenido un crecimiento sostenido durante los últimos cinco años, no logra consolidarse como parte de la cultura financiera de los mexicanos, señaló Tenoch Ochoa Fernández.
Al respecto, el especialista analizó cómo este mecanismo también ha perdido fuerza con la reforma a la Ley de Pensiones que entró en vigor en el 2021.
Al aumentar de manera progresiva las aportaciones de los empleadores entre 2022 y 2030, relajó en los trabajadores su ímpetu por ahorrar para su futuro, quienes consideran que su pensión quedará cubierta con las aportaciones patronales.
Sin embargo, nada más alejado de la realidad, afirmó el también socio de la app “Millas para el Retiro”, al detallar que, para considerar que se puede tener una pensión digna es necesario tener la más alta tasa de reemplazo, la cual no superará más allá del 60% sin el ahorro voluntario de los propios trabajadores.
Ante el desenvolvimiento de una era digital, se han multiplicado y facilitado las formas para ahorrar, debido en gran medida a que la tecnología está jugando un rol fundamental como catalizador de las aportaciones voluntarias.
Según estableció Tenoch Ochoa Fernández, aplicaciones, los teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos, dotan a los usuarios de mayores posibilidades para realizar ahorro voluntario.
Formas de ahorro voluntario fomentadas por la tecnología
Desde la utilización de una tarjeta de débito o crédito, abrir una inversión desde el teléfono celular o domiciliar el ahorro, todas son formas que la tecnología acerca para incrementar y apalancar el ahorro voluntario entre los mexicanos; además, se pueden revisar movimientos en línea, consultar saldos y en general, tener una experiencia más optimizada.
Además, a manera de incentivo, precisó el empresario, se debe tener en cuenta que, llevar a cabo ahorro voluntario para alimentar la cuenta de Afore es una forma inmejorable de invertir y los números lo sustentan, tal como lo comprobaron cálculos de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).
“Una persona que invirtió 10 mil pesos en el SAR en enero de 2008, al cierre de mayo de 2022 tendría un total de 29.6 mil pesos, una diferencia del 64% con respecto a otra persona que haya invertido el mismo monto en el mismo año pero a través del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores” concluyó Tenoch Ochoa Fernández.