En 2023, Rolls Royce alcanzó un récord con 6,032 automóviles entregados a nivel global, de acuerdo con BMW Group. Dentro de esa cifra, el Phantom continúa como referente de exclusividad.
La marca británica lo ha posicionado más allá de la ingeniería, vinculándolo con la música y con expresiones artísticas que buscan mantenerlo vigente en un mercado cada vez más competitivo.
Personalización con esencia cultural
El Phantom no se limita a materiales premium o a un diseño artesanal. Rolls Royce ha integrado colaboraciones con músicos y creativos que transforman cada vehículo en una pieza única.
Los acabados, las tonalidades y hasta las narrativas visuales se inspiran en influencias culturales, lo que convierte al automóvil en un espacio de diálogo entre el lujo tradicional y las tendencias artísticas actuales.
Música como estrategia de posicionamiento
La música cumple un rol estratégico para acercar el Phantom a generaciones más jóvenes. Vincularlo con géneros emergentes y con artistas reconocidos amplía su alcance y refuerza su identidad como objeto cultural.
Este enfoque muestra cómo las firmas de lujo no solo venden productos, sino también experiencias capaces de trascender a la industria automotriz.
Un mercado en expansión constante
De acuerdo con Deloitte, el sector del lujo crecerá entre 5 y 7 por ciento anual hasta 2030. Este dinamismo obliga a las compañías a buscar nuevas formas de diferenciarse. Rolls Royce responde con un modelo que no se define únicamente por sus prestaciones técnicas, sino por su capacidad de convertirse en símbolo de identidad cultural.
El costo base del Phantom inicia en aproximadamente 460,000 dólares, lo que lo ubica entre los automóviles más caros del mundo y confirma que su valor se sustenta tanto en exclusividad como en la construcción de un universo simbólico alrededor de la marca.
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