El gobierno de Ciudad de México retiró una prominente estatua de bronce de Cristóbal Colón en la capital mexicana y rodeó otra con vallas metálicas antes de la tradicional protesta anual que marca la llegada del explorador a América en 1492.
El monumento del navegante del siglo XV, cuyas expediciones financiadas por el Reino de España abrieron la puerta a la conquista europea del continente americano, se alzó durante décadas junto con la figura de cuatro frailes católicos sobre una de las principales rotondas capitalinas.
La alcaldesa, Claudia Sheinbaum, informó que se llevaron la estatua para trabajos de restauración el sábado, pero agregó que también era hora de reflexionar sobre el legado de Colón, desatando especulaciones en los medios de comunicación de que podría no ser devuelta a su lugar.
Varias monumentos con la imagen del explorador han sido retirados de ciudades estadounidenses a raíz de las protestas de Black Lives Matter y el consiguiente reexamen global de la colonización y la esclavitud.
Sheinbaum y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ambos del partido izquierdista Morena, sugirieron que las medidas se tomaron, en parte, para evitar que las estatuas fueran vandalizadas o derribadas por los manifestantes.
“Es mejor resolver estas diferencias de manera pacífica, no tomar represalias contra estatuas o esculturas”, dijo López Obrador en su rueda de prensa matutina.