António Guterres, secretario General de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) indicó que la prohibición impuesta por los dirigentes talibanes el mes pasado que impide a las mujeres afganas trabajar para la ONU, tras la restricción de que trabajen para ONG nacionales e internacionales, «es inaceptable y pone vidas en peligro».
«Voy a ser muy claro: nunca nos callaremos ante los ataques sistémicos y sin precedentes contra los derechos de las mujeres y las niñas. Siempre alzaremos la voz cuando millones de mujeres y niñas estén siendo silenciadas y borradas de nuestra vista», dijo.
La mayor crisis humanitaria mundial, dice ONU
En calidad de secretario General recordó que Afganistán vive actualmente la mayor crisis humanitaria del mundo con un 97% de afganos viviendo en situación de pobreza y 28 millones dependiendo de la ayuda humanitaria.
“Seis millones de niños, mujeres y hombres afganos están a un paso de vivir en condiciones similares a la hambruna. Mientras tanto, la financiación se esfuma”, destacó.
Esa financiación a la que aludía Guterres, el Plan de Respuesta Humanitaria, que busca recaudar 4600 millones de dólares, sólo consiguió obtener 294 millones hasta el momento.
La gran mayoría del personal de la ONU que presta ayuda vital en Afganistán es de nacionalidad afgana, subrayó, por lo que prohibir el trabajo de las mujeres «socava deliberadamente el desarrollo de un país que necesita desesperadamente la contribución de todos para lograr una paz sostenible y contribuir a la estabilidad regional».
Cuestionado posteriormente sobre la posibilidad de asistir a un encuentro con los líderes talibanes, Guterres dijo que, aunque hoy no era el momento adecuado para tratar este tema, «evidentemente no rechazaría esa posibilidad».
Tras una reunión internacional de enviados especiales para Afganistán celebrada en Doha, la capital de Qatar, el secretario General, António Guterres, indicó que todos los participantes en el evento coincidieron en la necesidad de acordar una «estrategia de compromiso» con los talibanes para ayudar a la población más vulnerable del país.
Abordar los problemas más acuciantes
Guterres dejó claro que la reunión no se centró en el reconocimiento de las autoridades de facto, sino en el diseño de un enfoque internacional común que aborde los problemas más candentes, como el terrorismo, la represión de los derechos humanos y la expansión del narcotráfico.
«Si queremos alcanzar nuestros objetivos, no podemos distanciarnos», afirmó.
Y después añadió: «Muchos pidieron un compromiso más eficaz y basado en las lecciones que hemos aprendido del pasado. La ONU seguirá utilizando su poder de convocatoria para promover un enfoque con visión de futuro, que dé prioridad al pueblo afgano, y de forma complementaria a las plataformas e iniciativas regionales existentes».
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