Los Neobancos o challenger banks surgieron como respuesta a las debilidades del mercado de servicios financieros tradicionales en la era digital. Aunque esta tendencia no parece disiparse pronto, estas entidades financieras necesitan enfocar sus esfuerzos en consolidar sus ingresos, señaló Javier Reyes de la Campa.
Durante la pandemia, el aumento de la demanda de productos en línea impulsó a las personas a buscar formas seguras, convenientes y sin costo de realizar pagos electrónicos. Como resultado, los neobancos pasaron de su fase de inicio a una etapa de estabilización en la que se están consolidando en el mercado, expresó el analista de tecnologías financieras.
“Las Fintechs generalmente operan con un modelo de negocio distinto al de los bancos convencionales, y gran parte de sus ingresos provienen de las comisiones que cobran a los comercios por las transacciones efectuadas con tarjetas de débito de sus clientes”, resaltó.
Además, son entidades que hasta el momento han resultado llamativas para los inversionistas. En 2020, Chime consiguió 485 millones de dólares en financiación de serie F, lo que hizo que su valoración se disparara hasta los 14.500 millones de dólares.
Rentabilidad en el mundo de los neobancos: la búsqueda del equilibrio financiero
Las nuevas instituciones financieras no pueden descartar los métodos tradicionales que han permitido a los bancos sobrevivir durante décadas, incluida la relación entre el crédito y la rentabilidad. El sector bancario tradicional busca trabajar con un porcentaje óptimo en el que presta alrededor del 80 % de los fondos que recibe en depósito, explicó Javier Reyes de la Campa.
En ese sentido, retomó cifras presentadas en un informe de mayo de 2022 de los consultores de gestión Simon-Kucher, en el que se concluyó que menos del 5 % de los 400 Neobancos del mundo están alcanzando el punto de equilibrio.
“En este contexto, parece evidente que aumentar el porcentaje de préstamos sobre depósitos es una forma obvia de abordar la rentabilidad. Los neobancos que no logren un equilibrio saludable corren el riesgo de desaparecer, como ya ha sucedido en algunos casos”, precisó el analista.
Asimismo, en Estados Unidos, BBVA anunció recientemente el cierre de dos de sus adquisiciones de Neobancos: Simple, que se lanzó en 2009, y Azlo, un banco sin comisiones para pequeñas empresas.
Riesgos financieros en tiempos de recesión: el aumento de préstamos al consumo
Aumentar los préstamos al consumo durante una recesión también es arriesgado, advirtió Reyes de la Campa. Las finanzas de los consumidores se verán sometidas a una presión cada vez mayor, no todos podrán cumplir sus plazos de amortización. Aunque muchos pueden verse atraídos por pedir prestado para superar los tiempos difíciles, esto puede llevar a problemas financieros a largo plazo.
“En su mayoría, los bancos siguen confiando en métodos de calificación crediticia y procesos de suscripción tradicionales, lo que lleva a altas tasas de rechazo, un crecimiento lento de la cartera y, en algunos casos, una alta tasa de préstamos incobrables”, elaboró.
Los Neobancos necesitan comprometerse con nuevos métodos de medición del riesgo. Javier Reyes de la Campa puntualizó que la respuesta se encuentra en la tecnología, que, sigue estando infrautilizada aunque avanzando en su desarrollo.
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