La anarquía relacional se está convirtiendo en uno de los conceptos más comentados entre la Generación Z y muchos millennials.
Aunque el nombre parezca sugerir desorden, en realidad habla de construir vínculos desde la libertad, la igualdad y la autonomía emocional. Y cada vez más jóvenes están apostando por este enfoque para replantear la forma en que se relacionan.
Una encuesta de la app Feeld revela que el 50% de sus usuarios se identifica con este modelo, especialmente personas trans, no binarias y pansexuales.
Su crecimiento responde a una necesidad clara: dejar atrás estructuras afectivas que ya no representan a todos y crear relaciones más alineadas con los deseos reales de cada individuo.
¿De dónde viene este modelo?
El planteamiento fue desarrollado en 2006 por la escritora sueca Andie Nordgren, quien propuso principios como:
Relaciones horizontales
Apoyo mutuo
Rechazo total de la coerción interpersonal
La anarquía relacional cuestiona la idea clásica de “pareja por encima de todo” y la reemplaza por redes de cuidado más amplias, donde amistades, vínculos afectivos y relaciones románticas pueden tener el mismo nivel de importancia.
Este enfoque ha sido especialmente acogido en comunidades queer por ser inclusivo y no jerárquico.
¿Cómo se vive la anarquía relacional?
Quienes empiezan a explorar este camino suelen hacerse preguntas profundas:
¿Qué vínculos quiero mantener realmente?
¿He asumido compromisos por deseo… o por presión social?
¿Qué amistades he dejado de lado por priorizar relaciones románticas?
Este modelo invita a construir conexiones más flexibles y auténticas, sin etiquetas rígidas como “novios” o “pareja estable”, y sin obligaciones heredadas de los modelos tradicionales.
Algunas personas lo viven reorganizando su vida comunitaria; otras, conversando con su pareja o fortaleciendo su “familia elegida”.
El objetivo es claro: relaciones más honestas, equilibradas y acordes al deseo personal.
¿Por qué está creciendo ahora?
El auge de la anarquía relacional coincide con un momento de cambios profundos en cómo amamos:
Menos uso de apps de citas
Mayor presencia de inteligencia artificial en la vida social
Discursos sobre el celibato y la autonomía emocional
Todo esto refleja que los modelos tradicionales ya no son la referencia universal.
La investigadora Treena Orchard, autora del análisis publicado en The Conversation, recuerda que cada generación transforma su manera de relacionarse.
La anarquía relacional no promete resolver todos los dilemas del amor, pero sí ofrece una alternativa más comunitaria, colaborativa y fiel a lo que cada persona desea.
Una forma distinta de amar que, lejos del caos, propone algo simple: construir vínculos donde la libertad y el cuidado tengan el mismo valor.
Con información de La Confidencial.
