Las autoridades colombianas encendieron las alarmas este fin de semana tras rescatar a 17 menores de edad ligados a la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor, un grupo con un oscuro historial de denuncias por abuso infantil, trata de personas y secuestro.
El operativo se realizó en Yarumal, Antioquia, donde además se identificó a cinco niños y adolescentes con alerta de Interpol por secuestro y trata.
Según los reportes, los menores provenían de Guatemala, Estados Unidos y Canadá.
Migración Colombia señaló que había indicios de que algunos pudieron ser raptados bajo “amparo doctrinal religioso”.
Los niños fueron llevados a Medellín para recibir acompañamiento profesional, mientras que se identificó a un total de 26 personas de la comunidad.
Una secta con largo historial en América Latina
Aunque el caso sorprendió a la población local, Lev Tahor no es un nombre nuevo en la región.
Fundada en Israel en 1988 por el rabino Shlomo Helbrans, la comunidad de entre 250 y 500 miembros, ha recorrido varios países huyendo de distintas acusaciones que van desde negligencia infantil y abuso sexual, hasta embarazos forzados y secuestros.
Su paso por países como México y Guatemala ha quedado marcado por operativos y expulsiones.
En Guatemala, por ejemplo, en diciembre de 2024 se rescataron 160 niños de uno de sus asentamientos, y en 2013 Canadá investigó al grupo por negligencia infantil.
El grupo se ha movido constantemente para evitar a las autoridades: Israel, EE.UU., Canadá, Guatemala, México, Turquía, Rumanía y Macedonia están en la lista de países donde han sido expulsados o investigados.
Lev Tahor: Un estilo de vida extremo
Lev Tahor vive bajo reglas particularmente estrictas del judaísmo ultraortodoxo, con prácticas que incluso superan las normas del jasidismo. Sus miembros llevan una vida austera:
Vestimenta estricta: mujeres cubiertas de pies a cabeza con ropa negra; hombres con barba larga, sombrero y atuendo oscuro.
Dieta extrema: todo debe ser elaborado en casa; evitan alimentos procesados, pollo, arroz y vegetales con hojas.
Tecnología casi prohibida: nada de computadoras, televisión o aparatos electrónicos.
Ambiente cerrado y rígido: casas sin decoración, bibliotecas exclusivamente religiosas y un intenso control espiritual.
Sin embargo, junto a esta austeridad han surgido acusaciones de castigos físicos, manipulación psicológica y matrimonios forzados de menores, presentadas principalmente por exmiembros y familiares.
La sombra legal de Helbrans
El fundador, Shlomo Helbrans, fue arrestado en Nueva York en 1993 por secuestrar a un adolescente.
Tras ser deportado a Israel, llevó a la comunidad a Canadá y más tarde a Guatemala.
Su muerte en 2017 durante un ritual en un río de Chiapas dejó el liderazgo en manos de su hijo, Nachman Helbrans, considerado aún más radical y actualmente preso por un caso de secuestro registrado en 2018.
La llegada de Lev Tahor a Colombia
De acuerdo con reportes locales, la secta llegó a Colombia a finales de octubre.
Su presencia en Yarumal no pasó desapercibida y generó preocupación en la comunidad.
Migración confirmó que varios de sus integrantes tienen antecedentes y alertas relacionadas con delitos contra menores.
La comunidad judía en Colombia celebró el operativo y dejó claro que Lev Tahor no tiene vínculo alguno con las instituciones judías del país.
Aunque Colombia no es ajena a grupos que buscan refugio en zonas remotas, por ahora las autoridades mantienen el caso bajo vigilancia y confirman que no hay colombianos integrando la secta.
Con información de BBC.
