Los tong lau, los edificios que cuentan la historia de Hong Kong antes de que desaparezcan.
Entre los rascacielos modernos de Hong Kong todavía sobreviven algunos edificios que parecen detenidos en el tiempo.
Son los tong lau, construcciones que combinaban locales comerciales en la planta baja y viviendas en los pisos superiores, y que durante décadas formaron parte esencial del paisaje urbano de varias ciudades asiáticas.
El fotógrafo alemán Michael Wolf fue uno de los primeros en documentar su valor histórico.
En 2005 inició el proyecto Hong Kong Corner Houses para preservar, al menos en fotografías, la memoria de estos edificios únicos.
Cuando terminó su trabajo en 2010, cinco de los tong lau que había retratado ya habían sido demolidos.
“Dentro de 20 años, cuando la mayoría de estos edificios hayan desaparecido, mucha gente agradecerá las fotografías”, advirtió Wolf.
Una mezcla de culturas en concreto y mosaico
Los tong lau surgieron a finales del siglo XIX en zonas urbanas del sudeste asiático, Taiwán y, sobre todo, Hong Kong.
Sus fachadas cuentan historias de influencias cruzadas: detalles europeos, ornamentación artesanal y toques funcionales propios de la arquitectura local.
El famoso edificio May Wah, construido en 1963 en el distrito de Wan Chai, es uno de los ejemplos más claros de la influencia del movimiento Bauhaus en Asia.
Pero, a diferencia de las obras firmadas por grandes nombres europeos, muchos tong lau fueron creados por arquitectos anónimos, aunque algunos conservacionistas atribuyen su diseño al pionero Lee Young-on, uno de los primeros arquitectos chinos que trabajaron en Hong Kong en los años 90.
Balcones curvos y esquinas con historia
Su forma tan característica no fue casualidad.
A mediados del siglo XX, el gobierno de Hong Kong incentivó la construcción de balcones para mejorar la ventilación de las viviendas y eximió esos espacios del pago de impuestos.
Los propietarios aprovecharon la oportunidad y extendieron los balcones a lo largo de las esquinas, ganando espacio habitable y valor en el mercado.
La exención terminó en 1966, pero el estilo ya había marcado una época.
Estos edificios esquineros pertenecen a la llamada cuarta generación de tong lau, surgida tras la Segunda Guerra Mundial.
Se construyeron en hormigón armado, con unos seis pisos y un estilo más sobrio que los primeros modelos victorianos, que acogían a inmigrantes dedicados al comercio.
Los tong lau son patrimonio en riesgo
Hoy, los tong lau están desapareciendo a un ritmo alarmante.
Muchos son de propiedad privada, lo que impide que entren en los planes oficiales de conservación.
Otros se pierden porque no se consideran lo suficientemente antiguos o “prestigiosos” para ser protegidos.
Sin embargo, su valor va más allá de la estética: representan una escala humana dentro de una ciudad cada vez más vertical y acelerada.
Conservarlos no solo mantiene viva una parte del pasado de Hong Kong, sino también la memoria de quienes alguna vez habitaron esos balcones curvos que aún miran al presente desde las esquinas.
Con información de Arquitectura y diseño.
