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¿Sabías que solo seis rutas en tren en todo el mundo han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad?
La UNESCO decidió que la ingeniería también merece un lugar en la historia, y estas líneas ferroviarias (todas construidas en zonas montañosas y bajo enormes retos técnicos) son prueba de ello.
Lo mejor: hoy siguen en funcionamiento, listas para disfrutarse con la tranquilidad de antaño, pero con un poquito más de comodidad.
La primera en ser protegida, en 1998, fue la línea Semmering, un trayecto de 41 kilómetros que une Mürzzuschlag y Gloggnitz.
Su construcción en 1854 fue toda una hazaña:
14 túneles,
16 viaductos
y más de 100 puentes de piedra.
Esta obra completó el último tramo para conectar Viena con Trieste, clave para el Imperio Austro-Húngaro.
A día de hoy, sigue siendo la forma más rápida de viajar de la capital hacia el sur del país.
Incluido en 1999, este ferrocarril de 88 kilómetros conecta New Jalpaiguri con Darjeeling, alcanzando los 2,258 metros de altitud.
Su recorrido incluye loops, tramos en zigzag y una ingeniería tan impecable que sigue funcionando igual que hace más de un siglo.
Su éxito llevó a que otras dos líneas de montaña indias también fueran reconocidas posteriormente.
Inaugurada en 1908, esta ruta fue vital para conectar la cordillera Nilgiri, famosa por sus cultivos pero antes casi inaccesible.
Con 46 kilómetros de vías, asciende hasta los 2,203 metros sobre el nivel del mar y salva un desnivel de 326 metros.
Hoy sigue operando como una pieza viva del patrimonio ferroviario de la India.
Esta línea de 96 kilómetros, al noroeste del país, tuvo que desafiar una orografía complicada. En su época rompió récords, como construir:
el túnel más largo del momento
y el puente de arcos más alto del mundo.
Fue la última ruta de montaña india incluida en la lista de la UNESCO.
En el sureste de Suiza, cerca de Sankt Moritz, dos líneas cruzan el corazón de los Alpes: Albula y Bernina.
Albula: 67 km, 42 túneles y 144 puentes.
Bernina: une Sankt Moritz con Tirano (Italia) a través de 13 túneles y 52 viaductos.
Hoy ambas se recorren en el famoso Bernina Express, uno de los trenes panorámicos más espectaculares del mundo.
Esta ruta conecta el norte y sur de Irán a lo largo de 1,394 kilómetros, cruzando dos cordilleras, ríos, bosques, planicies y hasta cuatro zonas climáticas diferentes.
Desde 1938, el tren atraviesa terrenos complejos gracias a:
174 puentes grandes,
186 pequeños
y 224 túneles, incluidos 11 túneles en espiral diseñados para resolver desniveles extremos.
Una obra de ingeniería monumental y una de las más recientes en sumarse al listado de la UNESCO.
Si te fascinan los viajes llenos de historia, paisajes y hazañas técnicas, estas rutas de Patrimonio de la Humanidad deberían estar en tu lista.
Porque algunos trenes llevan más que pasajeros: transportan siglos de ingeniería, cultura y maravillas del mundo.
Con información de National Geographic.
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