Un cuadro robado por los nazis en Ámsterdam hace más de ocho décadas salió inesperadamente a la luz… en Argentina.
La pintura, titulada Retrato de una dama del maestro italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), fue vista colgada sobre un sofá en una casa de Mar del Plata gracias a las fotos de un anuncio inmobiliario.
La vivienda perteneció a Friedrich Kadgien, oficial de las SS y asesor financiero del criminal de guerra Hermann Göring, quien se refugió en Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial.
La sorpresa llegó cuando la hija del funcionario puso en venta la propiedad y la imagen del cuadro circuló en el sitio web de la agencia.
La obra formaba parte de la colección del comerciante judío Jacques Goudstikker, quien ayudó a otros judíos a escapar de los nazis antes de morir trágicamente en un accidente mientras huía de los Países Bajos.
Tras su fallecimiento, más de 1.100 piezas de su colección fueron apropiadas por altos mandos nazis, entre ellos Göring.
Aunque en 2006 la familia de Goudstikker logró recuperar 202 obras, este retrato permanecía desaparecido… hasta ahora.
Buscando el cuadro robado tras su desaparición
Cuando el caso salió a la luz, la justicia argentina allanó la casa en Mar del Plata, pero el cuadro ya no estaba.
“No encontramos la pintura, solo se secuestró una carabina y un revólver calibre 32”, informó el fiscal Carlos Martínez.
Los actuales dueños de la vivienda, Patricia Kadgien y su esposo, deberán comparecer ante la justicia para aclarar el destino de la obra.
El hallazgo fue posible gracias a una investigación del diario holandés Algemeen Dagblad (AD), que desde hace años sigue el rastro de las piezas robadas.
Los especialistas del Patrimonio Cultural de los Países Bajos confirmaron que no hay razones para dudar de la autenticidad del cuadro.
Incluso, otra pintura desaparecida, (un bodegón floral del siglo XVII de Abraham Mignon), habría sido vista en las redes sociales de la hermana de Patricia.
La familia de Goudstikker insiste en que continuará la lucha por recuperar cada obra saqueada.
“Mi familia aspira a recuperar todas las piezas robadas de la colección y restaurar su legado”, aseguró Marei von Saher, nuera del comerciante.
Lo que parecía una simple venta de inmueble terminó destapando una historia de guerra, saqueo y memoria que aún sigue escribiéndose.
Con información tomada de BBC.