imágenes tomadas de airbnb.mx
En un mundo donde abundan los Airbnb, hay uno que rompe por completo las reglas del turismo convencional: el Floating Glacier Hut, un alojamiento remoto flotante en el este de Groenlandia que se ha convertido en una experiencia tan exclusiva como extrema.
Ubicada en los fiordos de Kulusuk, esta pequeña cabaña hexagonal descansa sobre una plataforma flotante anclada a las rocas, rodeada por glaciares, icebergs y kilómetros de silencio absoluto.
No hay caminos, no hay ciudades cercanas y no hay forma de llegar por tierra: solo un barco puede llevarte hasta allí.
Pensada para dos personas, esta cabaña finlandesa ofrece lo mínimo indispensable: estufa, sanitario, una mini cocina, cama doble y un techo de cristal para contemplar auroras boreales sin salir del refugio.
No tiene ducha, si deseas “bañarte”, deberás hacer una inmersión exprés en las aguas heladas y la comunicación exterior se reduce a un teléfono satelital.
La idea es simple: aislarte del mundo por completo.
Este enfoque coincide con la tendencia de las quietcations, viajes a destinos hiperremotos para quienes buscan una pausa absoluta del ritmo urbano.
Aquí, tus vecinos más cercanos pueden ser osos polares. Por eso, antes de entrar, un letrero advierte a los huéspedes que se mantengan dentro de la cabaña en caso de avistamientos.
El responsable del proyecto, el guía local Nicco Segreto, asegura que la estructura funciona como un refugio seguro ante la fauna del Ártico.
Eso sí, el clima manda: si una tormenta impide que la embarcación llegue a tiempo para recogerte, tendrás que esperar. En el Ártico, la logística siempre se escribe en modo “depende”.
El entorno ofrece caminatas sobre glaciares, exploración de cuevas de hielo formadas por ríos subglaciales y pesca sobre hielo desde un pequeño orificio preparado en la plataforma.
Estas experiencias permiten observar de cerca el retroceso acelerado de los glaciares, un fenómeno visible incluso de un año a otro.
Segreto descubrió hace una década una cueva glaciar que hoy es parte de las actividades del proyecto, pensado para impulsar un turismo de bajo impacto y generar empleo en Tasiilaq.
El Floating Glacier Hut es apenas el inicio: el plan contempla un futuro retiro más grande llamado Vision Lodge.
La exclusividad tiene precio: entre 1,000 y 1,200 dólares por noche, con traslados privados en barco, cena preparada por el guía y desayuno incluido.
Aun así, quienes han visitado el sitio lo califican como una experiencia transformadora: aislamiento total, paisaje imponente y silencio absoluto.
Una experiencia para quienes no buscan simplemente viajar, sino desconectar del mundo… literalmente.
Con información de Xataka.
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