Más de tres siglos después de que una manzana inspirara a Isaac Newton a pensar en la gravedad, arqueólogos británicos encontraron algo sorprendente: la casa donde vivió su madre, Hannah Ayscough, justo en los alrededores de Woolsthorpe Manor, en Lincolnshire, Inglaterra.
El hallazgo, confirmado por el National Trust, revela detalles inéditos sobre la vida cotidiana de la familia de Isaac Newton.
Entre los restos aparecieron fragmentos de cerámica y vajilla, un dedal, botones, huesos de animales e incluso una ficha de juego del siglo XVII.
Objetos que, según los investigadores, permiten imaginar las labores, comidas y ratos de ocio en el mismo entorno donde Newton pasó parte de su infancia.
Aunque Isaac Newton nació en Woolsthorpe Manor en 1643, pasó buena parte de su niñez bajo el cuidado de sus abuelos.
Su madre se mudó a la casa recién hallada tras enviudar por segunda vez, y allí vivió con sus otros hijos.
La vivienda habría permanecido en pie hasta principios del siglo XIX, cuando desapareció posiblemente a causa de un incendio.
Este descubrimiento no solo enriquece el patrimonio histórico de Woolsthorpe Manor, famoso por ser el lugar donde Newton formuló teorías clave durante la peste de 1665, sino que también acerca la figura del genio a su lado más humano y familiar.
Encuentran la casa donde vivió Isaac Newton
El National Trust, que supervisó el proyecto junto a York Archaeology, destacó que estos hallazgos permiten conectar los grandes logros científicos con la vida doméstica que los rodeaba.
Como recordó la arqueóloga Rosalind Buck, “estos objetos ofrecen una ventana auténtica al día a día de la familia Newton”.
Hoy, aunque el manzano original ya no existe, un nuevo árbol mantiene vivo el símbolo de la inspiración científica.
Y ahora, gracias a esta excavación, también se recupera una pieza clave del entorno íntimo donde se formó uno de los pensadores más influyentes de todos los tiempos.
Con información de Infobae.
