En la frontera entre Italia y Eslovenia, dos ciudades separadas durante décadas por la Cortina de Hierro se preparan para compartir un año entero de actividades culturales que buscan tejer puentes más allá de la geografía. Gorizia y Nova Gorica fueron elegidas como Capitales Europeas de la Cultura 2025, un título que simboliza no solo la riqueza artística de ambas, sino la capacidad de transformación que trae consigo la colaboración transfronteriza.
Hasta 2004, un paso fronterizo marcaba el límite físico y político entre las dos urbes. Hoy, ese mismo punto será el epicentro de eventos que integrarán música, teatro, literatura y exposiciones, con la participación de artistas locales e internacionales. El programa pretende rescatar la memoria de la división y convertirla en una plataforma de diálogo sobre identidad, diversidad y convivencia.
Cultura como motor de integración
La designación de Gorizia y Nova Gorica forma parte de una estrategia europea que utiliza la cultura como herramienta de cohesión y desarrollo económico. De acuerdo con la Comisión Europea, las ciudades que han ostentado este título experimentan un incremento en visitantes y oportunidades para el sector creativo, con efectos que perduran más allá del año de celebración.
Quienes acudan encontrarán desde espectáculos en espacios públicos hasta intervenciones urbanas que fusionan lenguajes artísticos, reflejando cómo el pasado fronterizo se transforma en un horizonte compartido. Las actividades están pensadas para involucrar a comunidades de ambos lados, reforzando el mensaje de que las fronteras pueden ser lugar de encuentro y no de separación.
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Información de DW.
