Una encuesta reveló que el 64 % de la Generación Z valora más la paz mental que la acumulación de riqueza; además, el 58 % aceptaría menores ingresos a cambio de más tiempo personal y equilibrio.
En contraste con la cultura del esfuerzo extremado, los jóvenes profesionales están optando por hábitos que promueven la atención plena y el equilibrio personal, incluso en entornos urbanos acelerados como Dubái.
“En un mundo tan acelerado, desacelerar es una forma de autocuidado”, destaca un profesional sanitario con experiencia en talleres de jardinería en Abu Dhabi.
Pautas corporativas emergentes
Los integrantes de la Generación Z redefinen el éxito: rechazan apresurarse hacia objetivos tradicionales y en su lugar buscan estabilidad emocional, flexibilidad laboral y presencia plena.
Aunque el emprendimiento sigue siendo una opción atractiva, no se concibe como una carrera implacable, sino como un modelo que ofrece control y propósito.
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Estudios recientes señalan que prolongar excesivamente las jornadas laborales reduce la eficiencia. En cambio, esquemas como la semana laboral reducida han demostrado mantener o incluso elevar la productividad mientras disminuyen la fatiga mental.
Independencia financiera, pero bajo nuevos términos
Este cambio de enfoque no significa renunciar a la seguridad económica; se trata de alcanzarla mediante alternativas menos convencionales.
El 94 % de los jóvenes aspira a lograr independencia financiera antes de los 55 años, idealmente antes de los 32.
Asimismo, el 60 % considera que los empleos tradicionales no permitirán cumplir ese objetivo. Su apuesta se concentra en trabajos independientes, emprendimientos digitales y freelancing.