El concepto de cronourbanismo comienza a ganar relevancia como una alternativa innovadora frente a los retos que enfrentan las ciudades actuales. De acuerdo con Ernesto Mizrahi, analista de arquitectura y sostenibilidad, esta propuesta busca reorganizar la vida urbana a partir del tiempo, garantizando que en un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta los habitantes puedan acceder a servicios básicos como empleo, salud, educación, mercados, áreas verdes y espacios culturales.
Para Mizrahi, este modelo no es una simple tendencia pasajera, sino un replanteamiento profundo sobre cómo mejorar la movilidad, el bienestar y la calidad de vida en las metrópolis.
En ciudades como la CDMX, los largos traslados se han convertido en parte del día a día, con impactos directos en el tiempo libre y en el bienestar emocional de millones de personas. Frente a este panorama, Ernesto Mizrahi explica que el cronourbanismo ofrece una ventaja clave: disminuir el uso del automóvil, lo que reduce las emisiones de CO₂ y mejora la calidad del aire.
A esto se suma la promoción del desplazamiento activo —caminar o andar en bicicleta— que favorece la salud cardiovascular y contribuye a estilos de vida más equilibrados. Además, al reducir la dependencia de los vehículos motorizados, se generan ciudades más silenciosas, con espacios verdes mejor aprovechados y un entorno urbano que fomenta la convivencia.
El cronourbanismo, según Mizrahi, no solo mejora la movilidad, sino que también fortalece las economías locales al estimular los negocios de cercanía: pequeños comercios, mercados, cafeterías y servicios de barrio. Este modelo impulsa la creación de empleos sostenibles y revitaliza el tejido social al promover la interacción comunitaria.
La mayor presencia de personas en calles y plazas también genera una percepción de seguridad más alta, transformando el espacio público en un lugar de encuentro y participación.
En palabras de Ernesto Mizrahi, el cronourbanismo significa repensar cómo habitamos la ciudad, privilegiando el bienestar emocional, la productividad personal y el tiempo para la vida familiar. “Se trata de colocar al tiempo como un recurso central en el diseño urbano, generando beneficios tangibles para la sociedad y el medio ambiente”, concluyó.
También te puede interesar: Un retrato oculto de John Singer Sargent sorprende en París
Cuando tengas un mal día, recuerda que hay un astronauta que entrenó más de una…
La moda se vive distinto cuando puedes tocarla, probarla… y subirla a Instagram. Por eso,…
Nikola Tesla siempre ha sido una mezcla perfecta entre genio científico y leyenda viviente. Además…
Un descubrimiento en Brasil acaba de reescribir lo que sabíamos sobre los pterosaurios, los primeros…
Las redes sociales se encendieron luego de que Sabrina Carpenter denunciara públicamente a la Administración…
Un equipo de arqueólogos en Óbuda, al norte de Budapest, vivió uno de esos momentos…