El Museo Olavide cierra sus puertas: la joya médica se queda sin hogar
El Museo Olavide cierra sus puertas: la joya médica se queda sin hogar

El Museo Olavide cierra sus puertas: la joya médica se queda sin hogar

El Museo Olavide, una de las colecciones más impactantes y valiosas de la historia de la medicina en España, enfrenta un cierre inminente.

La Academia Española de Dermatología y Venereología, encargada de su gestión, anunció que la institución deberá desalojar su sede actual en la Universidad Complutense de Madrid, donde se alojaba desde 2016.

Esta joya patrimonial propiedad de la Comunidad de Madrid, está formada por unas 700 figuras de cera hiperrealistas que representan pacientes reales con enfermedades dermatológicas.

Las esculturas, creadas a finales del siglo XIX, muestran escenas tan duras como mujeres afectadas por sífilis, obreros con lepra o niños con tiña, y son consideradas piezas únicas por su valor científico y artístico.

El Museo Olavide nació en 1882 dentro del Hospital San Juan de Dios, bajo la dirección del dermatólogo José Eugenio Olavide, pionero de la medicina española.

Sin embargo, su historia también está marcada por el abandono.

Tras décadas guardado en cajas y mudanzas precarias desde un gimnasio hasta una sala de aeróbic, el museo había encontrado en la Complutense un espacio estable… hasta ahora.

La universidad, afectada por recortes presupuestarios, decidió destinar el lugar a otros usos académicos.

Lo que terminó por obligar al museo a buscar una nueva ubicación.

¿Qué pasará con el Museo Olavide?

Según Yolanda Gilaberte, presidenta de la Academia, se trabaja para trasladar la colección a un almacén especializado que garantice su conservación.

También se está trabajando en impulsar su versión digital, con más de 400 piezas ya disponibles en línea.

El valor histórico del museo es incalculable: sus figuras documentan la realidad médica y social de la España del siglo XIX, una época donde la pobreza y las enfermedades convivían con los primeros avances científicos.

Incluso Pío Baroja mencionó el antiguo hospital en su obra El árbol de la ciencia, describiéndolo como un lugar tan triste como revelador del contexto social de la época.

Pese a la falta de respuesta de la Comunidad de Madrid y la Universidad Complutense, la comunidad científica y médica espera que esta colección no vuelva a perderse entre el polvo del olvido.

Porque el Museo Olavide no solo es historia de la medicina, sino un espejo de la humanidad, la ciencia y la fragilidad que nos une.

Con información de El País. 

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