La Danza de Xicoht: la tradición tlaxcalteca que revive contra todo pronóstico
La Danza de Xicoht: la tradición tlaxcalteca que revive contra todo pronóstico

La Danza de Xicoht: la tradición tlaxcalteca que revive contra todo pronóstico

La Danza de Xicoht, también conocida como Danza de Jicote, es una de esas joyas culturales que parecían condenadas al olvido… hasta ahora.

Originaria de Xicohtzinco, Tlaxcala, esta expresión ritual nahua ha sobrevivido a siglos de cambios, desinterés comunitario e incluso persecuciones históricas.

¿La razón por la que sigue viva? El empeño de promotores culturales como Raziel Corona Tapia y Adelaida Xochipiltecatl Flores, quienes han impulsado su recuperación para honrar al santo patrono Toribio de Astorga, agradecer los ciclos agrícolas y mantener vivas las antiguas peticiones de lluvia.

Al igual que muchas danzas tlaxcaltecas surgidas tras la colonización, la Danza de Xicoht mezcla elementos católicos e indígenas.

Su escenario principal sigue siendo la Parroquia de Xicohtzinco, donde también se venera a la Preciosa Sangre de Cristo.

De acuerdo con la investigadora del INAH Amparo Sevilla Villalobos, estas danzas poseen significados mágico-religiosos que dictan sus personajes, pasos e indumentarias.

Corona Tapia, estudiante de Historia y una de las pocas personas que aún la interpretan, explica que esta es la única danza originaria del municipio.

Otras expresiones como Casamiento de carnaval o Chivarrudos siguen vigentes por tradición regional, mientras que varias como Tocotines o Cuadrillas de carnaval, se consideran ya extintas.

La desaparición gradual de la danza no fue casualidad: la persecución a cristeros entre 1926 y 1929, la globalización y la falta de danzantes y mayordomos la fueron apagando.

“En algunos momentos, el pueblo simplemente dejó de interesarse”, comenta Corona Tapia.

Uno de los aspectos más llamativos es su posible relación con las danzas de nahuillas, reconocibles por el uso del maxtlatl, una prenda prehispánica similar a un taparrabo.

Estas influencias pudieron viajar hacia el norte con grupos tlaxcaltecas durante la colonización del septentrión, lo que explicaría su parecido con los Matlachines de Bustamante, Nuevo León.

El único registro escrito conocido fue realizado en 1998 por Gil Xochicale Pérez.

Como parte de su tesis, Corona Tapia está construyendo una nueva memoria documental basada en entrevistas a Jorge Xochipiltecatl Flores (2025) y Gil Xochicale Pérez (2024), quienes aportaron datos sobre los vestuarios anteriores a 1925.

Ambos formaron parte del primer intento de rescate en 1998 y de un segundo periodo entre 2016 y 2018, cuando la danza se presentó en varias colonias del municipio e incluso en otros estados.

Originalmente, la Danza de Xicoht se realizaba de noche y en el atrio del templo.

Sin embargo, tras los cierres religiosos de la Cristiada quedó en el abandono, y su reactivación en 1998 cambió tanto su horario como sus fechas tradicionales.

La Danza de Xicoht regresa:

Hoy, esta manifestación se ejecuta en momentos clave del calendario local:

  • Segundo viernes de Cuaresma

  • 16 de abril, durante la velación de imágenes patronales

  • 1 de julio, para agradecer los primeros frutos del huerto

  • 1 y 2 de noviembre, como días de descanso de la tierra

  • 12 de diciembre, en honor a la Virgen de Guadalupe y para pedir lluvia

El esfuerzo de jóvenes investigadores y portadores de la tradición ha dado nueva vida a esta danza, que ahora busca recuperar su lugar dentro del imaginario cultural de Xicohtzinco y del estado de Tlaxcala.

La Danza de Xicoht no solo sigue viva: está escribiendo un nuevo capítulo en su historia.

Con información de Síntesis.

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