Indígenas de la comunidad de Misak en Colombia, derribaron la estatua del conquistador español Sebastián de Belalcázar situada en el municipio de Popayán.
De acuerdo con la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais), Martha Peralta, de esta forma se busca reivindicar la memoria de sus ancestros asesinados y esclavizados por las élites.
Para la activista el Belalcázar es un “genocida que masacró a los pueblos que conquistó”. Así mismo, señaló que la escultura que le rendía el homenaje era un “símbolo de 500 años de esclavitud” sufridos por las comunidades indígenas.