El sarcófago de Tutmosis I, la joya del nuevo Gran Museo Egipcio que une historia y emoción
El sarcófago de Tutmosis I, la joya del nuevo Gran Museo Egipcio que une historia y emoción

El sarcófago de Tutmosis I, la joya del nuevo Gran Museo Egipcio que une historia y emoción

El sarcófago de Tutmosis I no solo es una maravilla arqueológica, también es una historia de amor y poder real.

Esta monumental pieza funeraria será una de las grandes protagonistas del Gran Museo Egipcio (GEM), que abrirá oficialmente sus puertas el 1 de noviembre de 2025, a los pies de las pirámides de Giza.

El nuevo museo albergará más de 100 mil piezas que recorren 7 mil años de historia egipcia, pero pocas tan fascinantes como el ataúd de piedra del faraón que cambió la historia del Antiguo Egipto.

Un faraón, una hija y un sarcófago compartido

Ubicado en lo alto de una gran escalinata que conduce a las salas principales, el sarcófago de Tutmosis I tiene una historia tan simbólica como su talla.

Originalmente fue hecho para su hija, la reina Hatshepsut, una de las mujeres más poderosas del antiguo Egipto.

Sin embargo, tras la muerte del faraón, ella decidió adaptarlo para su padre, modificando las inscripciones y jeroglíficos para que el ataúd pasara a custodiar sus restos.

Este gesto, poco común en la realeza, muestra tanto un profundo vínculo familiar como una forma de legitimar su propio poder.

Hatshepsut honraba a su padre y, al mismo tiempo, reafirmaba su derecho a gobernar en un mundo dominado por faraones varones.

El sarcófago de Tutmosis I: Una obra maestra del arte funerario

El sarcófago de granito rojo, piedra asociada al sol y al renacimiento, está decorado con textos del Libro de los Muertos, invocaciones a los dioses y figuras protectoras como Isis, Neftis y Nut, quienes extienden sus alas sobre la tapa para resguardar al difunto.

Investigaciones del Museo de Bellas Artes de Boston revelaron que todavía conserva rastros de las inscripciones originales dedicadas a Hatshepsut, convirtiéndolo en una pieza única: un testimonio de cómo el poder y la devoción se entrelazaban en la historia egipcia.

Del Valle de los Reyes a Giza

Tutmosis I, el tercer faraón de la dinastía XVIII, gobernó entre 1504 y 1492 a.C. y fue el primero en ordenar su entierro en el Valle de los Reyes, abandonando las pirámides tradicionales.

Su momia fue hallada siglos después en el escondite de Deir el-Bahari, mientras que su sarcófago tardó mucho más en ser identificado y restaurado.

Ahora, el público podrá admirar esta pieza en un espacio especialmente diseñado dentro del GEM, acompañado de una reconstrucción virtual de su tumba y una exposición sobre la dinastía XVIII, una de las más fascinantes del Imperio Nuevo.

Un museo que marcará época

El Gran Museo Egipcio promete ser una experiencia sin precedentes: arquitectura monumental, tecnología inmersiva y el reencuentro con piezas que han definido la historia de la humanidad.

Y en el centro de esa historia, brillará el sarcófago de Tutmosis I, símbolo eterno de poder, arte y amor filial.

Con información de National Geographic.

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