Después de más de diez años de permanecer cerrado, el Museo de la Indumentaria Mexicana volvió a abrir sus puertas en un renovado espacio dentro de la Universidad del Claustro de Sor Juana, en la Ciudad de México. Y lo hace con una exposición muy especial: “La libertad también se borda”.
La muestra estará disponible hasta el 16 de octubre y reúne 35 piezas textiles que revelan cómo el Escudo Nacional y el águila han sido representados en distintas prendas tradicionales a lo largo de la historia.
No solo se trata de un recorrido estético, sino también de una reflexión sobre identidad, soberanía y memoria cultural.
La propuesta se organiza en tres apartados que invitan a mirar el textil como un vehículo de resistencia y un acto político:
– El águila como símbolo de libertad
– Puntadas de resistencia
– El cuerpo vestido: un acto político
Estas secciones ayudan a entender cómo la indumentaria puede expresar luchas, creencias y valores colectivos, justo en el marco de las celebraciones patrias de septiembre.
Durante la reapertura, el rector del Claustro, Rafael Tovar y López-Portillo, destacó la importancia de centrar la muestra en el Escudo Nacional como un elemento que une a los mexicanos y fortalece la identidad.
Por su parte, Martha Ríos Basurto, directora de la colección, compartió la emoción de volver a mostrar el acervo y subrayó el valor de preservar la riqueza textil de los pueblos originarios y mestizos.
Además de los textiles históricos, la exposición presenta trajes icónicos de china poblana utilizados en la Época de Oro del Cine Mexicano, algunos de ellos usados por la inolvidable Lola Beltrán. Estas piezas son un puente entre la tradición y la cultura popular que marcó toda una generación.
El programa se complementa con talleres de bordado, visitas guiadas y conversatorios, pensados tanto para estudiantes como para público en general.
La intención es que los visitantes no solo observen, sino que vivan de cerca la experiencia del arte textil.
El gestor cultural Armando Valdivieso Martínez también llamó la atención sobre la necesidad de proteger estas piezas frente a la industrialización, que ha provocado la aparición de imitaciones que buscan copiar sus colores y formas.
El museo adelantó que su próxima exposición estará dedicada a la coreógrafa Amalia Hernández, al cumplirse 25 años de su fallecimiento.
La muestra incluirá piezas facilitadas por su familia y un altar de muertos que se montará en noviembre.
Con esta reapertura, el Museo de la Indumentaria Mexicana vuelve a colocarse como un espacio clave para redescubrir la historia y la diversidad cultural de México… puntada a puntada
Con información de: infobae
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