Egipto vuelve a brillar tras abrir la tumba de Amenhotep III tras dos décadas de restauración.
Después de más de 20 años cerrada, una de las joyas más impresionantes del antiguo Egipto vuelve a recibir visitantes.
La tumba de Amenhotep III, uno de los faraones más poderosos de la historia, ha sido reabierta al público en el Valle de los Reyes, la célebre necrópolis ubicada frente a Luxor, gracias a un proyecto de restauración encabezado por la Universidad de Waseda (Japón) en colaboración con la UNESCO.
El recinto, que permaneció décadas en deterioro, fue sometido a un trabajo minucioso que devolvió el esplendor a sus murales y estructuras.
Según la directora regional de la UNESCO, los resultados representan “un logro del más alto nivel en conservación integrada”.
Amenhotep: Un faraón del esplendor egipcio
Amenhotep III gobernó Egipto entre 1390 y 1350 a. C., una época dorada de estabilidad, riqueza y desarrollo artístico.
Subió al trono siendo apenas un adolescente y su reinado marcó el punto más alto de la civilización faraónica.
Tras su muerte, fue enterrado en la necrópolis tebana, el majestuoso Valle de los Reyes que sirvió de morada final a la élite egipcia durante siglos.
A lo largo de la historia, la tumba sufrió saqueos, excavaciones y deterioro estructural, especialmente desde su descubrimiento en 1799 durante la ocupación napoleónica.
Muchos de los tesoros originales fueron trasladados a museos de todo el mundo, como el Louvre en París, el Metropolitan Museum de Nueva York y el Castillo de Highclere en Reino Unido.
260 expertos devolvieron la vida a una obra monumental
La restauración de la tumba de Amenhotep III involucró a más de 260 especialistas de distintas nacionalidades, entre restauradores, arqueólogos e investigadores.
El faraón, su sarcófago y momia se conservan actualmente en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia de El Cairo, mientras que sus monumentales estatuas, junto con las de su esposa Tiye, se exhiben en el Museo Egipcio de Tahrir y el Gran Museo Egipcio.
Dentro de la tumba destacan tres cámaras funerarias, una dedicada al faraón y otras dos para las reinas Tiye (abuela de Tutankamón) y Sitamun.
Los visitantes podrán admirar murales excepcionalmente bien conservados, considerados algunos de los mejores del arte egipcio.
“El trabajo de restauración ha sido increíblemente delicado; la tumba sufría un deterioro muy grave”, señaló Mohamed Ismail Khaled, del Consejo Supremo de Antigüedades, durante la inauguración.
Quienes visiten la zona también podrán recorrer el templo funerario de Kom al-Hetan, hogar de los imponentes Colosos de Memnón, dos estatuas de granito que custodian la entrada al valle desde hace más de tres mil años.
La reapertura de la tumba de Amenhotep III no solo marca un hito para la arqueología, sino que también ofrece a los viajeros la oportunidad de presenciar, con sus propios ojos, los vestigios de una civilización que sigue asombrando al mundo.
Con información de Infobae.