Artesanas de la región del Valle del Mezquital, en Hidalgo, llevan años luchando contra la apropiación cultural de su iconografía hñähñu, mejor conocida como otomí, de la que, incluso, se han hecho registros de manera indebida bajo el cobijo de las autoridades de la entidad desde 2019; no obstante, desde 2023 se inició una disputa legal que, hasta hoy, espera resolverse en el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), publicó Reporte Índigo.
La apropiación cultural es un fenómeno en el que incurren empresas nacionales e internacionales, al mercantilizar elementos de las culturas indígenas como diseños textiles o bordados, sin sus significados originales ni crédito o retribución económica a las comunidades que los crearon.
De acuerdo con María Trinidad González, artesana del Valle del Mezquital, o “Trini”, como la llaman sus compañeras artesanas, las comunidades otomíes se percataron de que se estaban apropiando de su iconografía a través de las redes sociales, cuando advirtieron que una empresaria originaria de la ciudad de Pachuca, llamada Alejandra Leal lanzó distintos productos, vajillas y bordados, presuntamente “inspirados en la cultura hñähñu”.
Lo anterior provocó desconcierto entre artesanos y en las comunidades otomíes del Valle del Mezquital. Entonces comenzaron a organizarse para averiguar sobre la situación.
Después de acercarse a varias instancias locales, los artesanos tocaron la puerta del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) donde descubrieron que dicha empresaria ya había hecho varios registros de su iconografía sin su consentimiento.
“Nos dimos cuenta que ya iban para cinco registros de la iconografía, entre estos pues ‘Flor y canto’, la imagen de la mujer hñähñu, entre otros que esta señora ya había obtenido, y que había otros que estaban en proceso”, indicó a Reporte Índigo, María Trinidad González, artesana del Valle del Mezquital.
“Trini” puntualizó a este diario que la iconografía de “Flor y canto” fue registrada por la empresaria en el IMPI desde 2019; sin embargo, tras las quejas de los artesanos Leal ha ido desistiendo de los registros.
“Cuando nosotros pusimos esta queja ante el IMPI, ellos mismos se dieron cuenta de que esos registros jamás debieron haberse autorizado. El mismo IMPI les canceló esos registros. Otra de las marcas de la misma señora solicitó la cancelación. Sin embargo, está un último registro en el que si bien ya está cancelado, ellos lo siguen peleando”, refirió González.
La artesana hace referencia a la muñeca “Nxutsi”, por la que todavía existe un litigio sin resolver. “Trini” sostiene que la empresaria hidalguense se ha valido de varias estrategias, como la creación de la Asociación de Artesanos de Taxadho A .C para validar lo que artesanos e integrantes de la comunidad otomí consideran como apropiación cultural.
“A pesar de que esta señora cede o intenta ceder este derecho a los compañeros artesanos, porque lo hace ante notario, pero lo hace con una cláusula que dice que siempre y cuando reconozcan que la única creadora y autora de esta marca es ella misma”, acusó “Trini”.
Hasta ahora las artesanas del Valle del Mezquital han librado dos audiencias conciliatorias en Indautor con la empresaria y autoridades del estado de Hidalgo, en las que solicitan una disculpa pública; la reparación del daño como lo marca la ley; y la garantía de no repetición.
“Pedimos una disculpa pública porque nos sentimos ofendidos por el hecho de que una particular haya registrado parte de la iconografía de un pueblo. Desgraciadamente hemos visto que se dan este tipo de casos, no solamente para la cultura hñähñu, sino para otras culturas, y puede ser igual”, explicó la artesana.
Al respecto, la empresaria sostiene que la muñeca en cuestión le pertenece. “Se aclara que ‘Nxutsi’ nace de una idea propia, pero es resultado de un trabajo conjunto con las artesanas y los artesanos de la comunidad de Taxadho; se creó con la intención de tener una muñeca con inspiración en la cultura Hñahñu”, sostuvo Leal González al ejercer su derecho réplica en 2023, luego de que en una emisión de INAH TV se abordara el tema de la apropiación cultural.
El próximo 23 de julio (pasado) las artesanas otomíes del Valle del Mezquital sostuvieron la tercera audiencia conciliatoria en Indautor, en la que esperan se marque un precedente con su caso.
“No hemos visto disponibilidad de parte del Gobierno ni de parte de esta señora. No estamos pidiendo cosas fuera de lugar”, agregó Trinidad.
Las artesanas esperan se aplique la Ley de Defensa del Patrimonio Cultural, que está en vigor desde 2022, y que en sus artículos 3 y 74 considera a la apropiación indebida cuando cualquier persona física o moral, nacional o extranjera, se ostente como propietaria, autora, creadora o descubridora de alguno de los elementos del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas sin la autorización correspondiente.
Asimismo, en la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas se contemplan penas que pueden llegar hasta 20 años de prisión, y multas de hasta 4 millones 400 mil pesos a quien reproduzca, copie, imite o se apropie de expresiones de su patrimonio cultural sin el consentimiento de estos.
Con información de Reporte Índigo
Foto ilustrativa
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