A partir del 18 de noviembre, el museo Barberini de Potsdam mostrará más de 110 pinturas del artista pictórico noruego Edvard Munch, conocido por sus vívidas representaciones de sentimientos profundamente humanos.
La exposición reúne más de 110 préstamos de instituciones como el Munchmuseet de Oslo, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte de Dallas, la Staatsgalerie de Stuttgart, el Museo Folkwang de Essen y el Museo Von der Heydt de Wuppertal.
Edvard Munch: La Tierra Temblorosa está co-organizada por la Clark Art Institute, Williamstown, Massachusetts; el Museo Barberini, Potsdam, Alemania; y Munchmuseet, Oslo, Noruega.
Mientras dure la exposición, el Museo Barberini, ubicado en las inmediaciones de la capital alemana amplía su horario de apertura: de miércoles a domingo, el museo ya está abierto desde las 9 de la mañana. Special opening hours los días festivos en el marco del tiempo de ejecución.
Edvard Munch: Trembling Earth explora las influencias científicas y filosóficas en la obra de Munch y presenta su obra como un espacio resonante para reflexionar sobre la crisis climática actual.
Si bien Edvard Munch veía la naturaleza como un poder cíclicamente que se renovaba a sí mismo, también la veía como un espejo de las emociones humanas.
Munch desarrolló una comprensión panteísta de la naturaleza, que proyectó sobre los bosques y las costas de Noruega. El clima dramático representado en sus pinturas es especialmente llamativo a la luz de la crisis climática actual.
En la época de Edvard Munch, la comprensión de la naturaleza cambió radicalmente. Bajo el impacto de los nuevos descubrimientos en biología, física, medicina y geología, la naturaleza ya no se percibía como algo estático y tangible, sino como algo dinámico que está en constante movimiento.
Las personas desarrollaron una conciencia de los procesos que son invisibles a simple vista, ya sean cambios lentos de gran magnitud, como la deriva continental y la evolución de las especies, o la proliferación de bacterias visibles solo bajo un microscopio.
Las fronteras entre los seres humanos y los animales, entre las plantas y los minerales, cambiaron, se difuminaron y fueron parcialmente abolidas.
En muchas obras, Edvard Munch puso en escena esta naturaleza viva, dinámica y cambiante. Las tormentas eléctricas, las intervenciones humanas en la naturaleza son temas tan pictóricos como las masas terrestres en movimiento con rasgos humanizados. Los cuerpos entrelazados se unen con la tierra.
En algunas imágenes, Munch dejaba que el hombre y la mujer flotaran ingrávidos por el espacio. En un texto describió este tema así: «Los destinos de los hombres son como los planetas; se encuentran en el espacio, solo para desaparecer de nuevo de inmediato».
De esta manera, el artista relacionaba las pulsiones y deseos del hombre con fuerzas cíclicas y universales.
Además, publica el Museo de Barberini, del 15 de septiembre de 2023 al 22 de enero de 2024, el Berlinische Galerie presentará la exposición Edvard Munch. Magia del Norte.
Cabe destacar que ambas exposiciones están bajo el patrocinio conjunto del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y Su Majestad el Rey Harald V de Noruega.
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