“Tu perfil es perfecto, pero sin hiyab”: el obstáculo laboral que enfrentan mujeres musulmanas en España
“Tu perfil es perfecto, pero sin hiyab”: el obstáculo laboral que enfrentan mujeres musulmanas en España

“Tu perfil es perfecto, pero sin hiyab”: el obstáculo laboral que enfrentan mujeres musulmanas en España

Encontrar trabajo debería depender de la preparación y la experiencia, pero para muchas mujeres musulmanas en España, el hiyab sigue siendo un motivo de rechazo laboral.

“Tienes un buen currículum, pero no puedes llevar el velo” es una frase que se repite con demasiada frecuencia.

Ese fue el caso de Somayya Anwary, afgana de 28 años y graduada en Ciencia de los Alimentos y Tecnología Agroalimentaria y Ambiental. Tras huir de Afganistán en 2021 por la llegada de los talibanes, llegó a España con la esperanza de reconstruir su vida. Sin embargo, en cada entrevista se enfrentó a la misma negativa: su velo era un problema.

Anwary señala una contradicción evidente: en fábricas alimentarias se exige cubrir el cabello por higiene, pero a ella se le pide acudir sin hiyab. “¿Migrar significa que debo cambiar de religión?”, cuestiona.

Para comprobarlo, decidió enviar su currículum con una foto sin velo. Las llamadas llegaron de inmediato.

Pero en las entrevistas presenciales, su trayectoria, sus idiomas y su experiencia docente pasaban a segundo plano.

Todo giraba en torno al pañuelo. “España presume de ser un país libre e igualitario, pero no lo es para muchas mujeres migrantes”, afirma.

Problemas relacionados al hiyab no es un caso aislado

El problema va más allá de casos individuales.

En algunas comunidades autónomas se han impuesto restricciones al uso del hiyab en escuelas, una tendencia que también existe en otros países europeos. Expertas como Chaimma Boukharsa advierten que estas medidas generan exclusión y refuerzan la islamofobia, especialmente contra mujeres.

Lo llaman islamofobia de género: un racismo que limita el acceso al trabajo, la educación y la vida pública.

Historias como la de Najiah Mohammdi o Liza Anvary, quienes incluso llegaron a quitarse el hiyab para poder ser contratadas, muestran una realidad incómoda. Aunque la ley europea permite a las empresas prohibir símbolos religiosos, especialistas denuncian que estas normas terminan legitimando la discriminación.

Según datos de la UCIDE, la población musulmana en España superó los 2.5 millones en 2025.

Aun así, muchas mujeres siguen enfrentando prejuicios que convierten el acceso al empleo en una carrera de obstáculos, donde el problema no es su capacidad, sino su identidad.

Con información de El País.

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