Rosalía vuelve a demostrar que su música no se queda solo en lo sonoro. Con el estreno del videoclip de “La Perla”, su colaboración con Yahritza y Su Esencia, la artista catalana construye un relato visual cargado de símbolos que apuntan a una etapa de cambio, introspección y reconstrucción emocional.
El lanzamiento llega en un momento clave de su vida personal y artística, marcado por el final de su relación con Rauw Alejandro y por decisiones creativas que muchos seguidores interpretan como una relectura de su propia historia sentimental.
En este contexto, cada imagen parece tener un peso específico dentro del relato.
Dos perros: la lucha entre opuestos
Una de las escenas más llamativas es la aparición de dos perros, uno blanco y uno negro, enfrentándose.
Esta imagen suele asociarse a la dualidad: luz y oscuridad, razón y emoción, amor y resentimiento. La confrontación puede leerse como un conflicto interno, una batalla emocional que acompaña los procesos de ruptura y sanación.
El cinturón de castidad: límites y protección
Rosalía aparece utilizando un cinturón de castidad, un símbolo poco habitual dentro del lenguaje pop actual.
Más allá de su carga histórica, en el video parece representar el control del cuerpo y de la intimidad, así como una forma de establecer límites emocionales tras una experiencia amorosa que dejó huella.
Este gesto conecta con la narrativa que la artista ha desarrollado en proyectos recientes, donde el amor y el dolor no se idealizan, sino que se observan desde la vulnerabilidad.
La esgrima: una batalla en soledad
El videoclip abre con Rosalía sola, vestida para esgrima y empuñando una espada. La imagen refuerza la idea de combate, pero no contra alguien más, sino contra uno mismo. La esgrima, al ser un deporte individual, subraya la soledad del proceso emocional y la necesidad de enfrentarlo sin acompañantes.
El hielo: emociones contenidas en «La Perla»
Hacia el final, la narrativa se traslada al patinaje sobre hielo, un espacio asociado a la frialdad, la distancia y la contención.
El hielo puede interpretarse como el estado posterior al conflicto: cuando las emociones se enfrían para poder seguir adelante, cuando el dolor ya no arde, pero tampoco desaparece por completo.
Este cierre no plantea un final feliz ni trágico, sino un momento de transición y transformación.
Un relato que va más allá del video de «La perla»
El estreno de “La Perla” no ocurre de manera aislada.
En semanas recientes, Rosalía habría utilizado el vestido de novia que tenía pensado para su boda con Rauw Alejandro y lanzado canciones que muchos interpretan como dirigidas a un amor del pasado. Todo ello convierte al videoclip en una pieza más de un relato artístico mayor, donde la cantante reinterpreta su historia desde el arte.
Con “La Perla”, Rosalía reafirma que su obra no solo se escucha: se observa, se interpreta y se siente.
Cada símbolo parece colocado con intención, invitando al espectador a leer entre líneas y confirmando que, en su universo creativo, nada está ahí por casualidad.
Con información de Caras.
