Hasta el 14 de enero del 2024, la exposición La Casa Azul muestra a una Frida Kahlo más humana, presenta material inédito y aborda los significados de este domicilio para la pintora.
En las salas de exhibición se puede encontrar hasta la boleta de calificaciones de Frida, recados que se escribía con su familia, pinturas con las que daba sus primeros pasos en la pintura, agendas telefónicas, radiografías e historiales clínicos e incluso, notas de sus clases de náhuatl y calcomanías a través de las cuales trataba de contar historias.
La directora del Museo Frida Kahlo, Perla Labarthe, asevera que Casa Azul representó muchas cosas para la artista y la muestra trata de abordar todos los significados que tuvo este domicilio tanto para ella, así como para los demás habitantes y para los actuales trabajadores y visitantes.
“Frida Kahlo se recupera, donde tiene esas primeras lecciones de resiliencia, donde además empieza a entenderse a ella misma”.
Detalló que en este proyecto expositivo también hay algunos objetos que comparten por primera vez o que hace mucho tiempo no se veían Casa Azul. “En el museo tenemos las libretas de Frida Kahlo y también documentos que le dan muchísimo mayor contexto a las obras que tanto conocemos”.
Labarthe concluyó que la muestra es un preámbulo para disfrutar de la casa-museo y todos los espacios donde Kahlo vivió, creció, se formó.
Por su parte, Xochiquetzal González, curadora de la exposición, destacó que todos estos documentos “hablan de un proceso personal desde un lugar muy personal”, además de buscar “darle una dimensión humana a Frida”.
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