Un artista trae consigo una de sus pinturas, guardada bajo la chamarra. Y así, como si nada, ingresa a una galería en la que hay una exposición y varias personas admirando las obras, publicó El Sol de México.
El artista se asegura de que nadie lo vea, y de pronto saca de debajo de su ropa la pintura y rápidamente la pega en un muro.
Luego se aleja de la escena y registra con discreción la reacción de los visitantes, que al ver la obra creen que forma parte de la exposición y la comentan o le toman una foto.
Esta es una de las movidas por las que se ha hecho popular un pintor tapatío que responde al nombre de Joche. El autor incluso ha tenido la osadía de subir videos a sus redes sociales en los que se ve realizando estas acciones, que para muchos parecen algo disruptivo o antisistema, aunque para él son algo más sencillo:
“Esto nace un poco del discurso que tiene mi proyecto artístico de tomar cierta responsabilidad, de no esperar a que las oportunidades te lleguen de la nada y de tomar acción para buscarlas… Primero lo hice en el Museo de Arte de Zapopan y después en Zona Maco, el Museo Jumex y el Salón Acme”, compartió en exclusiva con El Sol de México.
“Después de eso me quedaba aproximadamente una hora, porque el tiempo era limitado, para ver cómo reaccionaba la gente y fue muy interesante, porque sí les llamaba mucho la atención, al grado de tomarle fotos o videos… Incluso hubo personas que me mandaron mensajes diciéndome que ya habían visto mi obra en Instagram o en TikTok, y que al verla en el lugar pues como que de alguna manera se completaba su experiencia, eso fue muy padre”, comenta el pintor, de sólo 23 años de edad.
También comparte que hubo gente que le cuestionó: “¿Sabes que el video es una prueba de lo que acabas de hacer?” “Y yo les dije que sí, pero que no puedo estar hablando en mi obra de responsabilidad y de tomar acciones y luego taparme la cara, porque sería totalmente contradictorio; o sea, las consecuencias de mis actos pues las tengo que tomar”.
Sobre la posibilidad de seguir llevando a cabo este tipo de actividades, comenta que hay un par de lugares en los que le gustaría hacerlo, aunque no es un hecho, porque esto tampoco es algo que determine su trabajo.
“Es más un medio, que un fin… Pero sí, quizás sí lo siga haciendo”, añade.
También asegura que al colocar sus obras en estos espacios, nunca ha buscado afectar o atacar a terceros.
“Siempre trato de buscar lugares en los cuales mi obra no obstaculice la de otros, o en el caso de las que coloco en el espacio público, pues que no dañe los letreros o las paradas de los camiones, para no afectar a nadie”.
En cada una de sus pinturas se ve a un personaje sin nombre, en medio de distintas situaciones, y cuya característica es que siempre está triste.
Según el artista, esto es una forma de explorar cómo la gente siempre está buscando la felicidad en el exterior. “Por eso lo vemos en distintas situaciones en las que nunca lo va a conseguir; sólo tiene pequeños chispazos de dopamina y ya… Es una forma de decir que no hay que clavarse en lo material, que no es malo per se, pero que no debemos buscar la felicidad en eso”.
“Los colores que tiene el personaje en el cuerpo representan una huella de calor, haciendo referencia a de dónde salen nuestros impulsos y nuestras emociones, que en este caso son los brazos, las piernas, el torso y el área del cerebro”, añade.
Joche pinta desde temprana edad, aunque dejó esa actividad para estudiar mercadotecnia y relaciones comerciales, una carrera que más que ejercer formalmente, piensa utilizar para potenciar su arte.
En cuanto a la pintura, sólo ha tomado algunos cursos, por lo que se considera más bien un autodidacta.
Varias de las obras que ha mostrado últimamente forman parte de una serie de reciente creación, en la que incluye partes de otras obras.
“Esta serie nace de la famosa frase de Picasso, de que ‘los buenos artistas copian y los grandes artistas roban’, y de ahí se desprende una obra de Banksy, en la que él graba esa frase en una piedra y le tacha la firma de Picasso para poner la suya, dando a entender que él es un gran artista. Entonces yo lo que hice fue pintar la piedra de Banksy, y tapar su firma con un sticker mío, dando a entender que eso también me hace un gran artista”.
La serie nace a partir de la frase de Picasso: “Los buenos artistas copian y los grandes artistas roban”, reinterpretada por Banksy, quien la grabó en una piedra y sustituyó la firma del pintor español por la suya.
“A partir de ahí nace toda una colección de obras -continúa- en las que precisamente estoy robándome obras de otros artistas y tratando de abordar distintos temas como si fueran accidentes, hablando también un poquito de la responsabilidad que tenemos al cometer ciertos actos… En las dos primeras obras de la serie me estoy robando una obra de Banksy y una de Picasso, pero también se pueden ver en otras una de Warhol, que se llama Emergencia; una de Duchamp, que es su urinario, y el perro de globo de Jeff Koons.
La serie incluye reinterpretaciones de obras de Banksy, Picasso, Warhol, Duchamp y Jeff Koons, destacando piezas como Emergencia, el urinario y el perro de globo.
También destaca otra de esa misma serie, titulada “Happy accident” (ver foto principal) en la que retoma no sólo el trabajo del artista estadounidense Bob Ross, sino también su icónica frase, para evidenciar cómo muchos de los actos que cometemos diariamente no son accidentes y que por lo tanto debemos responsabilizarnos de ellos.
Otra obra, titulada “Subasta” forma parte de la colección que introdujo al Art Week CDMX 2025, y en la cual busca abordar las distintas etapas por las que muchos artistas suelen pasar a lo largo de su carrera.
Joche cuenta que la gente ha respondido positivamente a su trabajo. “Todos los días me llegan mensajes de gente que me dice: ‘Conecté muy cañón con la obra o me gusta mucho’. Y creo que eso es porque se está hablando de un tema que muchos viven día con día o que de alguna forma se ven reflejados en el personaje”.
“También ha pasado que muchos me dicen o me envían videos de personas que empiezan a replicar el personaje, por ejemplo, reinterpretándolo en sus propios dibujos, y eso me parece muy interesante. También, como suelo colocar letreros que dicen ‘has visto al personaje’ en las calles, sobre todo de Guadalajara, muchos replican el letrero o hacen un dibujo de él y luego me dicen: ‘Oye, pues no puedo tener por el momento tu obra, pero aquí tengo esta’”.
Y aunque lleva relativamente poco tiempo dedicándose de lleno al arte, asegura que no ve difícil llegar al punto de comenzar a vivir de ello.
Comenta que de la última serie que produjo, conformada por seis piezas, la obra más económica costaba 13 mil 500 pesos y la más cara 50 mil. “Actualmente ya sólo me queda una obra de esa colección, así que creo que sí, se ha recibido bastante bien”.
“Hay personas que apoyan mucho el trabajo y que me han mandado un mensaje diciendo que vale la pena totalmente, o que quizá no se lo pueden permitir en este momento (pagar esos precios) y se entiende perfecto; también hay gente que me dice ‘¿Pues cómo crees?’, pero tampoco puedo regalar mi trabajo, ¿no?” Están las dos partes”.
Este mes, Joche fue invitado a participar en una exposición que forma parte del Art Weekend en Tonalá. Posteriormente se irá de viaje a Europa para después realizar una nueva colección a partir de otro discurso.
Antes de despedirnos, le preguntamos cómo se ve en diez años, a lo que responde sin dudar:
“Si me preguntas, en diez años sí me veo como uno de los artistas más reconocidos del mundo”.
Con información de El Sol de México
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