La plaza de toros, oficialmente Plaza México, es la más grande del mundo y está por cumplir años ya que fue inaugurada el 5 de febrero de 1946.
De propiedad privada, la plaza se ubica en la colonia Ciudad de los Deportes, junto al estadio de la Ciudad de los Deportes; y tiene una capacidad para 42 mil personas (sentadas), pero ha llegado a tener más de 50 mil, estando dedicada casi exclusivamente a conciertos populares y eventos taurinos.
Dispone de un ruedo de 43 m de diámetro, y un callejón de dos. Es de propiedad privada.
En la plaza, que cuenta con un ruedo de 43 m de diámetro, y un callejón de dos, tienen lugar la temporada grande de corridas, con al menos 12 corridas en los domingos entre noviembre y enero, y la temporada de novilladas o temporada chica, con una duración reglamentaria de doce novilladas en los viernes y domingos entre septiembre y enero.
Sin embargo, el 10 de junio de 2022 fue notificada la suspensión definitiva para eventos taurinos en lo que dura un juicio promovido por la asociación Justicia Justa por el maltrato animal en los espectáculos. Sin embargo, el pasado fin de semana volvió la actividad taurina a esta plaza.
La Plaza México se construyó por iniciativa del empresario yucateco de origen libanés Neguib Simón. El proyecto inicial era construir la Ciudad de los Deportes, con plaza de toros, estadio de fútbol, canchas de tenis y frontón, boliches, cines, restaurantes, arena de box y lucha, alberca, playa con olas, y terreno para ferias y exposiciones, pero solo llegaron a construirse la plaza de toros y el Estadio de la Ciudad de los Deportes.
El ingeniero a cargo de la construcción fue Modesto C. Rolland. Las obras comenzaron el 1 de diciembre de 1944 donde se ubicaba una ladrillera de la colonia Nochebuena.
La historia refiere que en aquel tiempo el lugar se encontraba en una de las zonas más “modernas” y de exclusivos desarrollos del área urbana de la Ciudad de México.
Se trata de una colosal obra monolítica de hormigón armado y su ruedo se encuentra 20 m por debajo de las calles adyacentes. Está rodeado por esculturas del valenciano Alfredo Just.
Durante los siglos XVI y XVII se levantaron plazas de toros con carácter provisional en distintos lugares de la ciudad de México. Fueron de madera y por ello desmontables al concluir los festejos.
La primera fija que se construye, llamada Real Plaza de toros de San Pablo, se levanta en el año 1788 y se inaugura el 24 de noviembre de 1788. En 1821 un incendio la destruye y en su lugar se erige otra plaza, cuya obra comenzó el 18 de enero de 1851.
Fue inaugurada el 23 de noviembre de ese año con el nombre de Plaza de toros del Paseo Nuevo. En virtud de la ley promulgada el 28 de noviembre de 1867, se destruye. Esa Ley prohibía las corridas de toros. Abolida la prohibición en 1887, inmediatamente se construyó la de San Rafael, inaugurada el 20 de febrero de ese año y demolida en 1889. Fue de madera.
Para los aficionados acostumbrados a ver las corridas en el Toreo de La Condesa, ubicada en la colonia Roma, cerca del centro de la ciudad capital, la lejanía del ruedo resultó un punto relevante, además del aparentemente poco taurino diseño y el costo del boletaje. Se hablaba en 1946 que los costos de los boletos para el festejo inaugural nunca habían sido vistos. Una barrera de sombra costaría cincuenta pesos.
La plaza de Toros México contaba con 49 filas además de los palcos. Por ello, en la época se le auguraba un escaso éxito al proyecto por sus magnitudes colosales.
En medio de la repulsa general, La Monumental Plaza México fue bendecida por el arzobispo de México, Luis María Martínez, quien dio la primera vuelta al ruedo.
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