La irrupción de la Covid-19 en el mundo llegó a recordarnos, entre otras cuestiones, que la óptima condición física es un bien preciado para el ser humano, y el confinamiento impuesto para evitar una mayor propagación del SARS-CoV-2 ha significado una oportunidad a los asiduos practicantes del ejercicio y a quienes se quieren iniciar.
En medio de esta situación global, Leslie Angélica Moreno Velázquez, alumna de la Facultad de Contaduría y Administración e integrante del equipo femenil de flag futbol de la UNAM, considera estas condiciones ciertamente una oportunidad para intensificar o comenzar el hábito de la activación física.
“No se necesita ser un gran atleta para hacerlo. Si nosotras pudimos adaptarnos con las cosas que tenemos en casa, cualquiera puede. El ejercicio es algo que nos ayuda a desestresarnos, y ahora es el momento en el que todos lo requerimos más”, afirma la alumna-deportista.
El flag futbol, también conocido en México como tocho bandera, es una variación del futbol americano, pero en el primero no hay contacto físico, y en lugar de tacleadas se tiene que arrebatar una bandera en la cintura al conjunto rival.
María Eugenia Huerta, quien es head coach de flag femenil y varonil, trabaja junto con el entrenador José Luis López González. Ambos se encargan de impartir rutinas en línea adaptadas a la situación personal y de espacio que habita cada integrante.
“Las chicas pueden involucrar a su familia para que ellas les expliquen cómo hacer un bloqueo o quitar una cinta, así se logra una clase más interactiva y divertida. Tratamos que aun en casa sea algo que ayude en lo físico y en lo emocional, tanto a nuestras jugadoras como a sus familiares”, comparte María Eugenia Huerta.
Enfrentan la contingencia sanitaria ejercitándose dos horas diarias, de lunes a viernes, vía Zoom. La constancia es la clave para desarrollar rutinas de fuerza, acondicionamiento físico, técnica, manejo de pies y jugadas ofensivas y defensivas.
Elide Sara Aguilar Flores, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien practica flag desde los 10 años de edad, asegura que estos entrenamientos han sido un bálsamo en el aspecto anímico para todas. “El ejercicio es algo que nos ayuda en estos tiempos, es importante no dejarlo para no caer en tristeza. Efectuarlo a distancia nos relaja en medio de la situación que estamos viviendo en el país”.
Los implementos que utilizaban en la cancha han sido reemplazados por objetos caseros como garrafones de agua, botes de suavizantes, ligas y mochilas llenas de libros o botellas de agua.