El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) en conjunto con otras instituciones académicas mexicanas, patrocinará la primera traducción al español del libro Cosmology’s century del científico canadiense James Peebles, Premio Nobel de Física 2019, bajo el sello de la editorial Grano de Sal.
Este esfuerzo es encabezado por la Biblioteca Científica del Ciudadano, un proyecto surgido en el 2019, y que a la fecha cuenta con ocho títulos publicados, a los que se sumará la traducción del libro, cuyo título en español será: El siglo de la cosmología.
En este contexto, James Peebles, quien obtuvo el Premio Nobel “por sus descubrimientos teóricos en cosmología física”, ofreció la conferencia “The large-scale nature of the universe”, durante la XXIX Reunión anual de la división de gravitación y física matemática de la Sociedad Mexicana de Física.
Si bien, la Biblioteca Científica del Ciudadano encabezó la invitación al Nobel para que brindara la videoconferencia, a esta también se unieron diversas instituciones que están de aniversario, incluido el Cinvestav, próximo a cumplir 60 años de historia.
En su presentación, el canadiense James Peebles hizo un recorrido por el conocimiento disponible acerca de la conformación del Universo y de las aportaciones hechas por diferentes científicos para su mejor entendimiento.
En este sentido, los instrumentos astronómicos (como los telescopios y los radiotelescopios) han jugado un papel relevante para estudiar los objetos que conforman el Universo.
Lo anterior ha permitido entender que las galaxias se organizan en cúmulos y estos a su vez en supercúmulos, pero a gran escala el Universo es casi uniforme y es posible seguir su evolución a partir de las pequeñas fluctuaciones en su uniformidad.
James Peebles se refirió a la expansión del Universo y señaló que en 1929 se descubrió que la distancia entre las galaxias aumenta cada vez más rápido y en 1936 ya se medía a qué velocidad sucedía esto.
Una de las evidencias para probar que el Universo, como plantea el modelo del Big Bang, en sus orígenes fue mucho más denso y caliente, son los remanentes que indican era diferente del actual.
Si el Universo fue más caliente deben quedar rastros de la radiación y de su enfriamiento conforme se expande. A mediados de la década de los 60, Arno Penzias y Robert Woodrow, encontraron evidencia de la radiación térmica proveniente del Big Bang, esto mientras realizaban un experimento de los Laboratorios Bell, en Estados Unidos, con una antena construida originalmente para detectar ondas de radio.
La señal que capturaron quedó, tiempo después, identificada como el fondo cósmico de microondas, una radiación fósil o una especie de eco del Big Bang. Con estos primeros datos y otros que fueron surgiendo, James Peebles pudo interpretar los rastros de la infancia del Universo y a través de cálculos teóricos descubrir nuevos procesos físicos.
Entre sus resultados destaca que en el Universo sólo 5 por ciento de su contenido es materia conocida, el restante 95 por ciento es materia oscura y energía oscura.
En el 2020, aproximadamente un año después de ganar el Nobel de Física, James Peebles publicó el libro Cosmology’s century, que plasma la historia de cómo varias generaciones de científicos se basaron en las ideas de Albert Einstein, acerca de un cosmos homogéneo, para llegar a una teoría física probada de la estructura y la evolución del Universo en expansión.