México, 9 febrero.- Generalmente, los trastornos en la zona de la columna vertebral no presentan dolor, por lo que su detección puede ser tardía o, en ocasiones nula, provocando consecuencias graves a la salud como la pérdida momentánea o permanente de movilidad, incapacidad e incluso daño irreparable en los nervios de la región, consideran especialistas del Centro de la Columna Vertebral.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), muestran que aproximadamente 1,710 millones de personas presentan padecimientos en la columna en el mundo, de los cuales, la falta de atención oportuna al dolor lumbar es la principal causa de incapacidad.
En ese sentido, la médico Karen Espinoza, especialista del Centro de la Columna Vertebral, asegura que los trastornos en la zona vertebral “limitan la movilidad y la destreza, lo que provoca jubilaciones anticipadas, menores niveles de bienestar y una menor capacidad de participación social”.
“El inicio de los padecimientos en la columna vertebral no presentan síntomas graves más allá de un ligero dolor en varias zonas de la espalda, por lo que su atención puede ser tardía, a veces nula. Es común que pacientes vean en los analgésicos y medicamentos administrados por ellos mismos un remedio para dichos dolores, por lo que eso retrasa aún más el acercamiento a un tratamiento adecuado que evite que el problema sea agrave”, menciona la doctora del Centro de la Columna Vertebral con sede en Monterrey.
Graves consecuencias, previene el Centro de la Columna Vertebral
A decir por la médico especialista, no tratar oportunamente los trastornos en la columna puede generar graves consecuencias como la persistencia y aumento del dolor, limitación de la movilidad, la destreza y el nivel general del funcionamiento, lo que reduce la capacidad de las personas para realizar sus labores diarias.
Detalla Karen Espinoza, que esto puede afectar diversas áreas del cuerpo, provocando ciática, deformidad de la espina dorsal, escoliosis, espondilosis cervical, espondilosis lumbar, estenosis del conducto vertebral, hernia de disco, malformación arteriovenosa espinal, quiste sinovial, radiculopatía cervical, lumbar y torácica, entre otras.
Por ello, la especialista del Centro de la Columna Vertebral destaca la importancia de acudir con un médico al comienzo de los síntomas, incluso cuando estos no son tan intensos, cuando el dolor persiste después de un par de semanas, es intenso y no mejora con el descanso, se extiende a una o ambas piernas, especialmente si se prolonga por debajo de la rodilla, provoca debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas y; está acompañado de pérdida de peso sin causa aparente.
“Aunque el dolor de espalda es más común a medida que envejecemos, a partir de los 30 o 40 años, cualquier persona puede presentarlo, incluso los niños y los adolescentes que no hacen ejercicio, ejercen movimientos bruscos o cargan cosas pesadas, ya que los músculos débiles y no utilizados de la espalda y el abdomen pueden provocar el dolor. Nadie está exento de ellos. Es muy importante acudir con el médico para saber el motivo del dolor, tratarlo y evitar la gravedad de algún trastorno”, dice.
Recomendaciones
Finalmente, recomienda mantener un peso saludable, dejar de fumar, mejorar la condición física y aprender la mecánica corporal adecuada y practicarla mediante actividades aeróbicas regulares de bajo impacto, aquellas que no tensan ni fuerzan la espalda, aumenten la resistencia y fortalecen los músculos para su buen funcionamiento.
“Caminar, nadar y hacer ejercicios de fortalecimiento de abdomen y espalda son buenas opciones. Es recomendable conversar con el médico acerca de las actividades que se pueden probar para desarrollar fuerza y flexibilidad muscular”, sentencia.
TE RECOMENDAMOS VER