Cruzar el mar en automóvil es posible gracias a una de las infraestructuras más impresionantes de Medio Oriente. Se trata de la Calzada King Fahd, un megapuente de 1.700 millones de euros que conecta Arabia Saudí y Baréin por carretera, atravesando el golfo de Baréin con un recorrido completamente sobre el mar.
Esta obra, inaugurada en 1986, se ha convertido en uno de los enlaces terrestres más importantes entre ambos países.
Su trazado ofrece vistas directas al mar y permite a miles de conductores desplazarse diariamente entre dos naciones distintas.
La construcción comenzó en 1981 y recibió su nombre en honor al entonces rey saudí Fahd, fallecido en 2005.
Durante su apertura, Baréin tuvo que modificar su tradicional sentido de circulación, ya que conducía por la izquierda, mientras que Arabia Saudí lo hacía por la derecha.
Un proyecto pensado décadas antes
La idea de unir ambos territorios surgió en 1954, tras una visita del rey Saud Bin Abdulaziz Al Saud a Baréin, cuando se planteó la necesidad de una conexión marítima directa.
Décadas después, el proyecto se materializó en una infraestructura compuesta por cinco puentes y siete terraplenes, con cuatro carriles de circulación y uno de emergencia.
El trayecto completo mide 25 kilómetros y suele recorrerse en un tiempo estimado de 20 a 45 minutos, dependiendo del tráfico.
Calzada King Fahd: Islas artificiales y servicios en el camino
A lo largo de la Calzada King Fahd se encuentran varias islas artificiales que funcionan como puntos de servicio.
Una de las más conocidas es Passport Island, donde hay restaurantes como McDonald’s, dos mezquitas, edificios gubernamentales, torres de la guardia costera y áreas ajardinadas.
Baréin, por su parte, está conformado por un archipiélago de 33 islas naturales y cerca de 50 islas artificiales, lo que refuerza su relación histórica con el mar.
La calzada fue diseñada con una vida útil de 75 años, prevista hasta 2061, aunque existen propuestas para extender su funcionamiento.
Desde 2018, además, las mujeres pueden conducir por esta vía tras el levantamiento de la prohibición en Arabia Saudí.
Mientras tanto, otros países observan este tipo de obras como referencia: Italia, por ejemplo, impulsa un proyecto para construir un puente colgante sobre el estrecho de Mesina, que conecte el continente con Sicilia, con un costo estimado de 13.500 millones de euros.
Con información de AS.