En Italia existe un lugar que rompe con todas las tradiciones navideñas. Nada de árboles gigantes, mercados abarrotados o pesebres monumentales. En la Isla de los Pescadores, ubicada en el Lago Maggiore, la Navidad se vive con una explosión de luces que transforma esta diminuta joya en un espectáculo nocturno lleno de magia.
Este pequeño enclave, el único habitado del archipiélago de las Borromeo, mide apenas 100 metros de ancho y 350 de largo.
Aun así, ha enamorado a visitantes por siglos. El filósofo Montesquieu incluso lo describió como “el lugar más bello del mundo”.
Y quizá tenía razón: sus casitas tradicionales, sus balcones pensados para secar las redes y la tranquilidad de sus calles la convierten en un sitio casi suspendido en el tiempo.
Una Navidad iluminada sobre el agua en la Isla de los Pescadores
Hasta el 6 de enero, la isla vuelve a ser protagonista del festival Isole di Luce, donde el espectáculo “Texturas de agua en el Lago Maggiore” pinta fachadas, balcones, la iglesia de San Vittore y su jardín panorámico con luces que van desde tonos suaves hasta colores intensos que se reflejan en el lago.
Un detalle curioso: la elección de los colores no es al azar.
Reproducen los tintes que quedaban impregnados en las redes de pesca en un antiguo horno de cobre que funciona desde 1948.
Las luces siguen esos patrones para crear verdaderas coreografías visuales.
Por respeto, solo un rincón permanece a oscuras: el pequeño cementerio donde descansan generaciones de pescadores, cuyas lápidas están decoradas con maquetas de barcos.
Cómo disfrutar el espectáculo
Hay dos formas recomendadas de vivir este show navideño:
Desde el lago, a bordo de barcos turísticos que parten de Stresa, Lido di Carciano o Baveno al atardecer.
Desde tierra firme, en miradores y paseos lacustres que regalan panorámicas inmejorables. Stresa, la zona entre Corso Italia y Corso Umberto I o las carreteras serpenteantes de Carciano y Someraro ofrecen vistas espectaculares de la Isla de los Pescadores iluminada.
Los visitantes también disfrutan las vistas desde Baveno, otro punto privilegiado del Lago Maggiore.
¿Qué hacer cuando las luces se apagan?
El recorrido puede continuar en la Isla Bella, hogar del Palacio Borromeo, una lujosa residencia construida entre los siglos XVII y XIX que destaca por sus salones elegantes y jardines en terrazas.
Muy cerca se encuentra la Isla Madre, donde un jardín romántico alberga pavos albinos, faisanes dorados y papagayos que rompen con el silencio del lago con su particular sinfonía.
Así, entre historia, naturaleza y un festival que convierte la Navidad en arte, la Isla de los Pescadores se consolida como uno de los rincones más encantadores de Italia durante estas fechas.
Si quieres, puedo hacer una versión más corta, otra para redes sociales o un carrusel.
Con información de National Geographic.
