Un genoma de 4,800 años revela que el Antiguo Egipto no era tan “egipcio” como creíamos
Un genoma de 4,800 años revela que el Antiguo Egipto no era tan “egipcio” como creíamos

Un genoma de 4,800 años revela que el Antiguo Egipto no era tan “egipcio” como creíamos

Un descubrimiento digno de película acaba de abrir una nueva ventana al pasado: científicos lograron secuenciar por primera vez un genoma completo del Antiguo Egipto.

Lo que revela que un hombre que vivió hace más de 4,500 años tenía una mezcla genética entre África y Mesopotamia.

El estudio, publicado en Nature, analizó el ADN de un individuo que habitó durante el final de la Dinastía Arcaica y el inicio del Imperio Antiguo.

Según los investigadores, el 80% de su ascendencia proviene del norte de África y el 20% del Creciente Fértil, una zona que abarca territorios de lo que hoy son Irak, Siria y Turquía.

Un hallazgo extraordinario desde una tumba de piedra

Los restos fueron hallados en 1902 en una necrópolis de Nuwayrat, cerca de Beni Hasan, a unos 275 kilómetros al sur de El Cairo.

El cuerpo estaba sellado dentro de una vasija de cerámica, con las rodillas dobladas hasta la barbilla.

Ese curioso método funerario, junto con el clima fresco de la tumba de piedra, permitió que el ADN se conservara de manera excepcional.

El análisis reveló que el hombre medía cerca de 1.6 metros y tenía alrededor de 60 años al morir.

Mostraba signos de desgaste óseo y osteoartritis, lo que sugiere que probablemente fue un alfarero o trabajador manual.

El ADN que conecta dos civilizaciones

Para los científicos, este genoma del Antiguo Egipto representa una pieza clave en la historia genética humana.

Pontus Sogún, autor principal del estudio, explicó que los resultados ofrecen la primera evidencia de movimientos migratorios hacia Egipto durante la formación de sus primeros estados dinásticos.

Aunque un solo individuo no refleja toda la diversidad de la época, el hallazgo confirma que Egipto fue un punto de encuentro entre culturas durante milenios.

Descubrimiento del genoma es un avance histórico

Linus Girdland-Flink, coautor del estudio, destacó que existen cientos de genomas antiguos en el mundo, pero Egipto seguía siendo un “punto blanco” en el mapa genético.

Hasta ahora, los únicos ADN antiguos conocidos en la región eran fragmentarios y mucho más recientes.

Este descubrimiento fue extraído de una muestra dental y marca el primer genoma completo egipcio recuperado y podría ayudar a comprender mejor los orígenes de una de las civilizaciones más fascinantes del planeta.

Porque, al parecer, la historia del Nilo todavía tiene muchos secretos por revelar.

Con información de Xataka.

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