El arte de Remedios Varo sigue sorprendiendo al mundo.
La pintora surrealista catalana, que hizo de México su refugio creativo, rompió récords recientemente en Sotheby’s.
Y es que su obra Revelación o El Relojero (1955) se vendió por la asombrosa cifra de 6,2 millones de dólares.
Varo nació en Anglès, Girona, y su formación artística la llevó de Madrid a París, donde convivió con grandes del surrealismo como André Breton, Max Ernst y Joan Miró.
Sin embargo, fue en México, tras exiliarse en 1941, donde encontró la calma necesaria para desarrollar plenamente su universo pictórico.
Allí compartió vida y amistad con Leonora Carrington, entre pócimas, humor y largas charlas sobre sueños y símbolos.
Aunque su obra parece flotar entre lo real y lo onírico, Varo era meticulosa: planificaba cada trazo en bocetos detallados antes de trasladarlos al lienzo.
Su visión del surrealismo unía vigilia y sueño como partes igual de reales de la experiencia humana.
En cartas recogidas en El tejido de los sueños, la artista revelaba sus inquietudes más íntimas, desde el paso del tiempo hasta la necesidad de comprender lo desconocido.
En Revelación o El Relojero, esa obsesión se materializa en un anciano que contempla una espiral azul, un símbolo de iluminación y entendimiento.
Ya instalada en la Ciudad de México, y gracias al apoyo de su compañero Walter Gruen, Varo pudo dedicarse por completo a la pintura.
Su casa se llenó de gatos, amigos y un ambiente que le permitió crear sin las tensiones que vivió en la Europa de entreguerras.
Hoy, el legado de Remedios Varo no solo se mide en millones de dólares, sino en la capacidad de su obra para seguir abriendo puertas a la imaginación y al misterio, más allá del tiempo y de los sueños.
Con información de La Vanguardia.
